El cuidado de tu piel

Cuando se trata de las arrugas, muchas veces la edad es un factor determinante, pero cuándo nos encontramos con una mujer de 50, que tiene la piel más tersa que una de 30, nos damos cuenta que a veces el cuidado de la piel no pasa sólo por la cantidad de años, sino que por el trato que se le da a la epidermis durante toda la vida.

Para muchas mujeres el uso de cremas y tratamientos de belleza son un mito, por eso el sol, smog y la falta de hidratantes causan un daño casi irreparable si no se han administrado los cuidados necesarios desde jóvenes. Cuidar tu piel y mantenerla sana es muy fácil, por eso en Belleza&Alma te damos las tres máximas para lucir una piel siempre joven.

Constancia.
Rituales de belleza.
Utiliza productos adecuados para tu edad y tipo de piel.
Conociendo estos simples datos, ahora te podrás centrar en los seis pasos para una piel maravillosa.

1. Protección solar

Este paso es el más importante. En la actualidad los rayos UV son altamente dañinos, por eso es muy importante que aunque no vivas a orillas de la playa SIEMPRE uses protección solar FPS 30 como mínimo. Ahora también hay cremas hidratantes que además contienen protección solar 15 ó 20, que son perfectas para los días no muy calurosos, y existen los maquillajes con protección solar. Si el mercado se acomodó a ti, ¿por qué no ocupar estos nuevos productos y así verte y sentirte sana toda tu vida?


2. Limpia tu cara

Lo más importante es la limpieza del rostro. Recuerda que debes hacerlo todos los días, tanto en la mañana como en la tarde-noche, así remueves los restos de pintura y la mugre que pudiste haber absorbido durante el día. Debes tener cuidado con los productos que utilices, ya que cualquiera que deje tu piel roja o adolorida, seguramente no es la loción que necesitas, además NUNCA debes secar tu piel arrastrando la toalla o pañuelos, la forma adecuada es dando pequeños golpecitos hasta secar el exceso de agua.

Un dato importante: utiliza mascarillas naturales para cuidar tu piel, como: la mascarilla de manzana, plátano, zanahoria, avena, etc.

a) Mascarilla de manzana (piel seca). Muele la manzana hasta crear una papilla y mézclala con tres cucharaditas de miel, aplícala con una espátula sobre tu rostro y déjala actuar de 10 a 15 minutos.

b) Mascarilla de plátano (piel normal). Muele la fruta hasta crear un puré y luego aplícalo en tu rostro de quince a veinte minutos.

c) Mascarilla de zanahoria (elimina líneas de expresión). Hierve dos o tres zanahorias en una olla, cuando estén cocidas (blandas), se muelen hasta obtener un puré o papilla, agregar dos cucharaditas de miel, hasta conseguir una pasta cremosa. Esparcir con una espátula en todo el rostro y dejarla actuar quince minutos.

d) Mascarilla de avena (piel grasa) En un posillo pon cuatro cucharadas colmadas de avena molida, una cucharada de miel, una clara de huevo batida y un poco de jugo de limón. Mezcla lentamente los ingredientes hasta que se forme una pasta homogénea. Lava bien tu rostro con jabón neutro, no elimines el resto de agua de tu rostro, luego aplica la mascarilla por tu rostro, excepto en la zona de los ojos y labios, déjala actuar durante treinta minutos y luego retírala con agua fría.



3. Humecta e Hidrata siempre tu piel
Muchas mujeres piensan que por tener la cara grasa no es necesaria la hidratación y el uso de cremas, craso error. Todas las personas tienen la piel distinta y para todos hay una crema adecuada, ya seas de piel grasa, normal o seca. La idea es siempre buscar la crema y loción que mejor se adapta a nuestra piel. Una recomendación es buscar distintos tipos de crema y probarlas, si te dejan la piel muy seca o grasa prueba con otra, la única manera de saber cuál es la crema adecuada para ti, es ir probándolas.

¿Cómo hidratar la piel sin usar crema?
Si te resulta difícil ponerte crema después de la ducha, usa un aceite (hidratante) durante el baño. Te aplicas el aceite dentro de la ducha, y sales de la bañera con la piel hidratada, te secas bien y te puedes vestir rápidamente sin necesidad de esperar que la crema penetre tu piel.

4. Exfolia tu piel
Es importante hacer de vez en cuando una exfoliación a tu piel. La única manera de eliminar la piel muerta es a través de este procedimiento, y no es necesario hacerlo toda la semana, sino que con 20 minutos una vez a la semana tu piel lucirá libre de imperfecciones. Si tienes la piel sensible utiliza productos alternativos, como sal con crema o yogurth, o exfoliantes biológicos (texturas suaves).

Frecuencia
- Piel Grasa: Dos veces a la semana.
- Piel Seca o sensible: Cada quince días.
- Piel normal: Una vez por semana.
Además de la exfoliación, tu cuerpo necesita una buena alimentación, por eso es necesario hacerte el hábito de comer frutas y verduras diariamente. Cuando comes mal se nota, tu piel se reseca, se marcan más las ojeras, las bolsas, etc. Lo que debes evitar a toda costa son los azúcares, el alcohol en exceso y bebidas con gas. Enfócate en los vegetales y en las frutas, de esta manera ayudamos a que nuestro cuerpo se sienta más liviano, y nuestra piel más sana.

¿Cómo exfoliar la piel?
La exfoliación se debe hacer con un suave masaje en las zonas más secas y ásperas; la piel debe estar húmeda, para permitir el deslizamiento de los granos y para arrastrar la mayor cantidad de impurezas que tenga la piel.

5. Descansa
Cuando has pasado una mala noche se nota, tus ojos se llenan de bolsas y tu cara se ve pálida; incluso cuando te has echado kilos y kilos de base y crema, tus ojos y tu cara demuestran lo cansada que estás. Por eso siempre es bueno dormir bien, acostarte temprano y si es necesario, recuperar descansos.

6. Invierte en el cuidado de tu piel
Compra cremas adecuadas para tu tipo de piel, ten siempre en tu bolso o cartera una crema para las manos, hidrata tu cuello, piernas, codos, etc. todo el cuerpo necesita una capa de hidratantes y humectantes. Además puedes juntar dinero para hacerte tratamientos de limpieza en algún salón de belleza. Es importante que la extracción de granitos en la limpieza facial se haga sólo cuando es absolutamente necesario, ya que es un procedimiento doloroso, deja tu piel roja y sensible. Lo importante de la limpieza facial es que el tratamiento deja tu piel hidratada, más firme y luminosa